Entramos en la primavera y mucho se habla de ella, de cómo nos afecta a nivel físico y emocional: La astenia primaveral, depresiones, alergias, cambios de tiempo, fatiga, etc……..

Con todo eso, hoy quisiera que la vieras desde otro punto de vista. Des de la conexión con la Madre naturaleza, pues no somos una parte ajena a ella. Somos un todo y, en consecuencia, formamos parte de ella. Así pues, quiero proponerte que abras la mente y dejes fluir para sentirla.

Lo he dividido en tres partes:

#1 Palabras que te sugiere la primavera:

Si eres afortunada y vives en el campo, montaña, o lugar donde haya naturaleza, sal al aire libre y mira el paisaje, como a cambiado, qué colores predominan (seguro que no habías tenido tiempo de fijarte en él; las prisas y la rutina que nos arrastra nos aleja de las pequeñas cosas que van cambiando sutilmente a nuestro alrededor). Si vives en la ciudad, fijate en los árboles de los parques o imagina un paisaje de primavera (árboles, flores, colores…) y siéntelo, siente la paz que te aporta. A la vez, imprégnalo por todo tu ser. Y ahora piensa o escribe qué palabras salen de ti contemplando la primavera, tales como: Renacimiento, esperanza, vida, etc…… estas son mis palabras, ahora pon las tuyas, cogelas y siéntelas en tí.

Ya tenemos la paz, armonía y muchas más palabras que puedes añadir tu, ya que se trata de lo que tu sientes. Yo solo puedo explicarte lo que yo siento, pero son tus palabras, tus sentidos, los que cuentan. Ahora introduce las palabras que han brotado y sientelas.

#2 Escucha el sonido:

Aquel que nos ofrecen los pájaros, el viento, el agua de un río, etc. En definitiva, escucha la primavera. Ahora déjate llevar por él, como si de una melodía se tratara. Recreate en esta música reparadora y deja que te sane.

#3 Los colores de la primavera:

Observa las cualidades y sientelas en ti, si dispones de tiempo quédate ahí y disfrutalos.
Disfruta de la luz del color amarillo, de su alegría, de su sensación de calor; Del azul del cielo, tan beneficioso para el cuerpo y la mente, porque nos aporta estabilidad y paz; La felicidad del color naranja, su entusiasmo, estimulando nuestra creatividad; La pureza del blanco, de su perfección y de la armonía; La relajación del color verde, con su gran poder de curación, de crecimiento y de esperanza que nos aporta.

¡Seguro de que ya sientes la primavera de una forma diferente de como nos la han hecho ver!.
El exterior de un reflejo interior:

Con esto quiero decir que todo lo que pasa a nuestro alrededor, también le pasa a nuestro cuerpo. Así pues, aprovechemos los cambios que nos ofrece la primavera, para sentirla dentro de nosotras, renacer con ella y encontrar la paz, porque si está fuera también está dentro de nosotras.

Aprovecha estos cambios para sanar tu cuerpo y tu mente y asi vas a alimentar tu alma.

Aunque solo sea sentir esto un momento y alejarte del estrés diario ya habrá valido la pena.